Uno de los retos más curiosos y difíciles a los que me enfrenté durante la redacción del TFG estribaba en
documentar gráficamente la carpintería existente para posibilitar la sustitución de sus piezas o su recuperación integra.
El amplio número de carpinterías que a lo largo de los siglos se han ido superponiendo en este Monumento me hizo reducir las tipologías solo en aquellas más singulares y que después he ido identificando en muchas construcciones populares de La Mancha.
La
simplicidad de su construcción basada en un
cerco directo al muro, no quita merito a una puerta basada en un bastidor de madera con
uniones en caja y espiga perfectamente ensamblada sobre el que se clavan mediante
remaches de forja unos tableros que serán la cara exterior de la puerta. Los herrajes de forja pasan de un simple cerrojo a elementos de cierre más trabajados como
"L'Espagnolette" o
"La españoleta", un herraje para ventanas y puertas que desde el siglo XIX es clave para entender la carpintería de doble hoja.
El
color es otro de los factores clave de la carpintería en La Mancha. En muchas ocasiones el hueco se adapta al color del zócalo en tonalidades
almagre, añil, ocres o verdes quedando la veta de la madera vista y agrietada al paso del tiempo y los sucesivos repintados.
El abandono, la climatología adversa y los amigos de lo ajeno que no tienen más remedio que tirarlas abajo para adentrarse en sus quehaceres provocan que sea uno de los elementos más vulnerables al paso del tiempo en este tipo de construcciones.
Mirando más allá de lo puramente técnico, la carpintería: esconde, encuadra y da paso a lugares tangibles de nuestra historia más cercana.
Como se nota que te vas aficionando a la carpintería.....
ResponderEliminarEso parece ;) jeje
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