El recorrido durante estos meses por caminos y cañadas a lo largo y ancho del término de Daimiel me está permitiendo aunar las aficiones del ciclismo y la arquitectura popular. Si a eso unimos el componente sorpresa, como vimos en el caso de las casas cueva, la cuestión se pone más interesante. Algo parecido me ocurrió con el siguiente edificio.
Si Don Quijote creyó ver castillo donde había venta, algo parecido me sucedió hace unas semanas pedaleando por una importante cañada de ganados al sur de Daimiel. En la llanura manchega se alzan las ruinas de aquello que parece ser fue la "bodega de los chalcas", en pleno medio rural.
Constructivamente está formada por muros de tapial entorno a los 15 metros de altura al exterior, con una cota rebajada interior de varios metros más donde se disponían las tinajas en hileras. No existen restos de la cubierta que cubría una luz superior a los 7 metros. Además el muro de tapial queda almenado en los huecos de las ventanas fruto de la acción del agua sobre el tapial sin protección superior. Dicha altura, el color del muro y las grandes dimensiones del conjunto (60m de largo) dan la majestuosidad de lo que se asemeja a un castillo en ruinas. Analizando su interior no faltan huecos interiores formados por falsos arcos realizados en tapial sin empleo alguno de ladrillo.
Históricamente dispongo de pocos datos. Intrigado por su historia, los únicos datos recabados me indican que ya en la segunda mitad del siglo XX se encontraba sin tinajas y en un estado de ruina muy parecido al actual. Desde el punto de vista de bodegas similares en medio rural daimieleño encontramos muy pocos ejemplos. Una de esas pocas bodegas es la bodega del complejo de Casablanca; más atrás en el tiempo hay que aludir a la hacienda de los Jesuitas en el entorno de Flor de Ribera que contaba entre otras edificaciones con bodega propia.
Sobre su conservación y/o restauración he dejado ya pinceladas de la belleza de esta ruina sin más. El romántico inglés John Ruskin defendía el concepto de belleza de la ruina, evitando su reconstrucción en pro de favorecer el mantenimiento y conservación de la ruina tal y como nos ha llegado.
No hace falta decir que esta construcción no esta protegida, por lo que sólo podemos aferrarnos a la sensibilidad de la propiedad en decisiones de conservación, restauración o demolición total.
Más de medio siglo contemplan estas ruinas, esperemos seguir disfrutándolas al menos otro tanto tiempo; porque en este caso más que nunca, "la ruina es bella"
Bogeda de los Chalcas - Daimiel
Mayo 2013
Mayo 2013
39º 4' 19.91''N
3º 30' 19.44''O
Actualización Marzo 2016
* No queda clara la denominación de Bodega de los Chalcas (Chalras según cartográficos de 1951) y si su situación es la actual Finca de Rodero según indica el cartográfico de 1.951. Esta misma fuente nombra la bodega abordada en el post como "Bodega de Bienvenido (ruinas)" si bien la tradición oral la nombra también como Chalcas o Chalras.
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