Cap134 - SISTEMAS CONSTRUCTIVOS IV: TAPIAL│ "Falso arco en tapial"

Falso arco. Centro de 
Estudios Hispanoamericanos

El falso arco ha estado presente en la historia de la arquitectura desde la antigüedad. Sirva como ejemplo la puerta de los leones o el tesoro de Atreo en Micenas -que cuenta con una falsa cúpula en su interior-. Si cruzamos el Atlántico encontramos la presencia de dicho arco en la arquitectura Maya, cuya extrusión da lugar a la falsa bóveda.

En todos los casos anteriores hablamos de materiales como la piedra -o en otros casos el ladrillo- que servían para realizar esa aproximación de hiladas en un falso arco con aparente forma triangular para formar huecos con distintas variaciones. 

Aterrizando en La Mancha ya hemos conocido la aproximación de hiladas con piedra caliza configurando los característicos bombos y su falsa cúpula. También con piedra seca se configuran los huecos de paso en bombos o muros de mampostería. Son por lo general huecos adintelados con una piedra caliza de gran tamaño que suele arrancar con hiladas de piedra aproximadas para restar luz al ancho de paso.

En el caso concreto del tapial lo más común es encontrar dinteles de madera y arcos de sillería o ladrillo para abrir un hueco. En algunos casos el arco de mampostería se configura de manera muy tosca y se revoca con mortero de cal serigrafiando sobre dicho mortero unas dovelas simuladas que forman un arco normalmente carpanel o de medio punto.
Falso arco interior en una bodega rural. Comunica un espacio anexo con la nave de tinajas.

Tipología de dos falsos arcos en tapial cercanos
Pero también existe el falso arco en tapial. Su sencillez es máxima, si bien parece que son huecos quedan planeados desde el inicio y no abiertos a posteriori. A cierta altura dentro del cajón del tapial se montaría con tabla de madera un falso arco triangulado configurando un espacio libre de encofrado dentro del cajón. La homogeneidad de la línea de acabado del falso arco en el tapial que encontramos ya desnudo en algunos falsos arcos de los campos de Daimiel da pistas sobre esta forma de construirlo. En otros casos el contorno del hueco tiene el mismo acabado y en el mismo plano que las juntas del tapial, lo cual nos da prueba de su construcción simultanea. En este último caso queda la duda si bajo esa capa de mortero realizada en el proceso de encofrado encontraríamos piedra caliza en alguna de sus partes.

Este falso arco da acceso a los pesebres y cuadras de una casilla de quintería de 2 crujías.

La construcción en tierra no deja de sorprendernos. A veces su durabilidad por siglos se confunde con su fragilidad en apenas unos años. Un material tan pobre, pero tan rico en texturas y versátil gracias al ingenio de constructores que tenían inconscientemente el saber de siglos de arquitectura. El abandono de las construcciones tradicionales nos muestra sus sistemas constructivos al descubierto, su sinceridad. 


Casas de Juan de la Higuera, Manzanares
Julio de 2.015

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